realidad es
Hay lugares donde parece que los besos se reparten como fichas de juego, no lo entiendo.
Hoy no me fue del todo mal, incluso no apareciste en el marco de mi realidad posible, me pregunto si eso es el principio del olvido .Sé que ahora mismo pienso en ti, en tus posibles estancias ya sin mi, pero en el fondo algo ha cambiado, tal vez allá abajo algún sedimento te ha terminado de enterrar, el tiempo se ha depositado sobre tu memoria y tal vez sobre mi nostalgia, espero que dure un poco más.
Pero aun conservo esa duda, ese presentimiento casi natural de que alguna tormenta de mi razón termine por arrastrarte hasta las orillas de este presente que vivo a cuenta gotas, a instantes sin ti y a largos encuentros de “eso” que soy, ese extraño personaje que revivo cada día; ¿sólo como burla a caso?, para no encontrar un día que el que se mira en el espejo es un inminente farsante, un cómico si gracia que sonríe ominiosamente a la figura del otro lado, ya la real o solo ese espejismo que vive dentro de mi conciencia al que no puedo aún llamar enteramente “yo”.
Aun el mundo gira de la misma forma, cae conforme su irremediable destino en un vacío tan inmenso que a caso no lo parezca si se piensa en ello lo suficiente, pero tan irremediable como las olas que rompen eternamente en la arena. Es aun esta realidad la misma que recuerdo pero aun así me miento, pues ese “recuerdo” no es ya sino un pasado sellado, una llegada sin sorpresa, un momento perdido en los anaqueles de la existencia. Sin embargo sé que tras estas gastadas imágenes, algo nuevo quiere rasgar el lienzo.
Ella
Ella se esconde tras un silencio, vive atrapada en el tiempo tratando de encontrar un espacio tras algún sueño, una voz que nunca llega y las palabras no pronunciadas.
Llega a mi algunas veces cargada de lluvia y memorias que no comprendo, y sé que en el fondo de sus razones solo existe la sinrazón disfrazda de verdad. La he mirado tantas veces en su voz y en sus ojos, el olvido que poco a poco avanza sobre sus propias palabras.
Cómo amar a alguien así?, cómo si el espacio entre sus manos y las mías es tan infinitamente inexistente?.
Algunas veces se aleja, pero es la mera ilusión de partida cuando de pronto vuelve a situarse frente a la vida, llenándo cada espacio, revolviéndome los sueños.
Vacaciones muertas
Intentaré imaginar que la regadera es la lluvia de una tarde en el mar, que el ruido de los motores son las olas que rompen en la playa y que las voces de la gente son solo gaviotas volando sobre el agua. No habrá contaminación que impida la vista de las estrellas de noche y el olor a sal será lo unico que invada mi sentido al dormir. Será un sueño plácido y después...bueno, después puede ser que algo cambie.
dial-ecticas
¿Qué pasa cuando te revuelven los sueños?, ¿cuándo las pesadillas se te cuelan en la memoria?, ¿cuándo las estrellas se apagan?, ¿cuándo todo termina?.
Sin embargo fue un buen día, lleno de todo y nada. Vistas gastadas de algo que ya no reconozco y esta ahí, solo como fiel constancia de que alguna vez existió en algo más que el recuerdo lejano. Las constantes reconsiliaciones con uno mismo, con el juego que me vuelvo con lo demás y los demás, otro instánte que perdí en algún momento sin darme cuenta. ¿qué si lo que digo es muy personal?, ¿y cómo diablos hago para que no sea así?, ¿cómo le quito a "mis" palabras el "mis"?, imposible.
Cualquiera que sea la fórmula para esto sé que no la tengo y que no hay forma en la que pueda simplemente dejar de pensar en ella. Mis palabras que no dicen nada más allá de su propio fin, de su propia dialéctica de primera de cambio y no va más. No puedo ser más allá de esto que no soy, de esto que no digo y no hago, más allá de lo que no pienso y de lo que si. Siempre me atrapan, no hay forma de escapar a algo que yo mismo he construido con tanta sangre, me pudro lentamente y lo disfruto enormemente creo. Pero me alcanza para darme cuenta, para mirarlo como se mira la nube que pasa, sin sorpresa porque siempre ha estado ahí para que así sea. Puedo reconocer el olor de mi sangre expandirse por todos lados lenta y ominiosamente, tan delicioso y absoluto como el aire que existe sobre la superficie del agua, pero no hay posibilidad de llegar a el, es demasiado el peso para salir a flote, pero ¿quien soltaría tanto oro?, no es posible y en eso se me va lo que no soy.
Partes...partes?
Siempre hay una forma, en cada paso que no doy, en cada instánte que dejo ir, cada mirada que no busco, cada palabra que guardo cuando debería dejarla salir. La certidumbre está ahí siempre acechando tras mi consiencia golpeándome con su mano fría en cada acto y cada instánte que se me escapa como agua por el colador. Es algo que no comprendo y que sin embargo busco desesperadamente, algo que se adelanta en cada cosa, que da la vuelta a la esquina antes de que mis ojos puedan captarla completa justo en el marco de mi realidad posible. No sé decir que papel he tomado en esta farza, que personaje omnisciente me oculta su rostro tras una mascara que ni siquiera logro identificar entre tantas, un juego que de a poco se vuelve ominiosamente absurdo y desesperante, he puesto el colador bajo la lluvia esperando que retenga algo, esperando a que alguna gota sea lo suficientemente grande para no irse al fondo y hasta nunca, mi lúdico y desafortunado intento bajo los designios inesperados de un reloj sin manesillas ni cifras, un circulo que ronda siempre su centro sin acercarse nunca, un lobo que espera con las fauces abiertas de par en par mientras la liebre duerme dentro sin temor, sin escape y con el aliento asesino susurrandole tras la razón y duerme, duerme y el circulo queda intácto, estatico, sin una sola grieta que lo desuna, que lo fragmente y destroze ya en dos o millones de pedazoz que puedan ser cuantificables para medir la espera y colocar los días de sangre de por medio como una muralla contra la vida o contra la muerte. Poner la bala dentro y esperar el inminente momento de disparar para matar a la presa que huye, eterna y velozmente a su refigio llamado nada, a su cueva donde la vida no alcanza a meter sus sucias manos y espera, siempre espera o es a caso que soy yo quien esta dentro y no lo ha visto, quien debe escapar de la rafaga mortal, quien lleva puesta la mascara entre tantas y trato de engañar, quien busca ese centro del que se aleja inevitable y absurdamente llamandolo con desesperación, quien duerme bajo los colmillos en una noche que no termina y el aliento asesino me susurra versos al oido para que así sea y hasta nunca y hasta siempre.
Olvidarte
Trataré de olvidarte, ahora si, no puedo engañarme más porque entonces un día la realidad me apagará la mirada con un golpe de tí, de tu recuerdo. Te dejaré poco a poco, en cada café, en cada libro leido; tras un personaje intrascendente al que le pondré tu rostro y tu nombre. Remplazaré tu mirada profunda en la mirada fugáz de alguna otra que pase y se vaya para jamás volver y espero que se lleve esa parte de ti que no quiero y que sin embargo me empecino por conservar. Mi abuela pregunta por tí, "¿y que ha pasdo con ella? dice y es como si de pronto una roca se me incrustara dentro del pecho, no sé que decir y evado cualquier hilo de conversación que pueda surgir y despues vuelvo al habitual olvido fingido. Cada día dejaré algo en cda parte en algún rincón sin recuerdo, en las horas alegres donde por instantes te desvaneces, en las canciones que no evoquen tu imágen y tu voz. Cada palabra tuya, cada gesto y cada lágrima, las envolveré todas en un pequeño pedazo de tela y las apretaré hasta sentir que se han ahogado, hasta que dejen de latir, las mataré para después dejarlas ocultas tras algún seto, bajo la sombra de algún árbol antes de caer la noche, y caminaré hacia el olvido que cada vez será más y más conforme pase el tiempo. Haré inventarios extensos de los anaqueles de mi mente y tiraré las cosas que hayas dejado, todas tus palabras y promesas, tus besos y tu piel quedarán expuestas en algún rincón del mundo al cual no volveré. Te olvidaré hablando de ti, no hablando de ti y de tu gusto por los perros, de tu exéntrica manía por comer pedacitos de jabón mientras tomas el baño y masticar los vasos y las piedras. Te olvidaré aunque estas palabras contradigan mi deseo, algún día quedarán en el fondo junto contigo, algún día...algún día.
Palabras
Estoy seguro que para cada cosa que pueda pensar o decir, alguien ya la habrá dicho o pensado primero que yo. El único problema es esa razón, la jodida razón que lo mancha todo y lo vuelve otra cosa que no es, las justificaciones hermosisimas que sin embargo no sirven de nada porque no se puede descubrir el mundo viendo através de otros ojos que no sean los propios, no se puede hablar del mundo con otras palabras que no sean las nuestras. Cada palabra es una trampa, un peligroso cristal afilado y que apunta justo a cada ojo, un arma de dos cañones lista a disparar justo al corazón del leon que duerme, pero es una cadena que nadie esta dispuesto a romper. La verdad es un cigarro que se quema, una botella que se acaba, una mujer que se va y se pierde detrás del mundo, el viento que golpea la cara, el dolor de un golpe dado.
Juegos mentales
Jueves, 1:30 de la madrugada, el telefono suena... una vez...dos veces; el sonido te quita el sueño, pero confías en que alguien contestará. Suena de nuevo...tres...cuatro, dejas la cama de golpe. Van a colgar; piensas. Sales en medio de la oscuridad; los pasos torpes que buscan el punto de apoyo y allí está, el aparato buscado aparece y de pronto otra mano toma el cacharro. -Bueno- se escucha un silecio; si tal cosa es posible, del otro lado no hay respuesta. Es casi una masa espesa que trata de atravezar la bocina cuando de repente el sonido conocido de que la otra persona ha colgado desde el otro lado de la noche irrumpe suavemente en los intervalos de siempre. -Quien era- preguntas aunque la respuesta sea más que obvia, pero solo hay que asegurar la realidad...darle un buen lugar donde aterrizar para que no caiga tan de golpe, tan de prisa aunque siga siendo la misma.-No sé colgaron-. Regresas a la cama intentando reparar el sueño robado, pero dentro sabes que no podrás, que el sonido del telefono seguirá ahi resonando en las paredes de la memoria. Una vez...dos veces...tres...el sueño robado....cuatro...despertar...cinco...la voz...el sonido...una...dos...tres...cuatro...ad infinítum. El silencio del otro lado de la bocina...del otro lado de la noche queda así, mudo, tenso, perturbadoramente real, y la dimensión de algo tan pequeño se convierte en un monstruo de mil tentáculos que atrapa tu mente. Una tina llena hasta el tope y el agua que sigue saliendo por la llave, la superficie llega a sus límites y de pronto una gota, una sola basta para hacerla desbordar, en cualquier punto...generalmente el más débil, el más vulnerable cede al implacable juego de la imaginación y comienza a derramar a chorros por todos lados. Podrías cerrar la llave, pero no, miras como poco a poco se convierte en inevitable y tormentoso...no hay escape, el daño está hecho, aunque nadie lo haya hecho. Basta con un sonido repetitivo del otro lado de la bocina para hacerlo, aunque esto solo pueda saberse siendo quien está en el otro lado, donde no hay silencio, donde quedan los residuos de algo que no fue, el sielncio entró y ni lo notamos, la masa cruzó y desbordó por toda la casa, pero igual nadie lo nota, nadie sufre lo suficiente para hacer conjeturas y pensar posibilidades, han regresado a su pedazo de tiempo, a su sueño resguardado y ya habrán olvidado el silencio que sin saberlo se coló por cada resquicio, una plaga de la cual no puede librase uno con simple insectisida o trampa con queso, pues uno mismo podría caer en ellas y ser asfixiado lentamente con el gas; igual duermen. Pensar implica creer y lo que miramos es creible al menos en el instante mismo en que lo vémos, lo que se piensa se piensa mejor cuando se mira donde se piensa, aunque solo haya una oscuridad inmensa que enegrese todo. Tratamos de dar veracidad a nuestros pensamientos colocándoles un marco con una enorme imágen, aunque sea completamente oscura. La certeza de los sentidos nos plantea la existencia...pero existen algunas ocaciones donde la realidad no puede medirse con la razón de los sentidos, os ojos ven pero la mente sabe que no ven y sin embargo vé. Escuha lo que no hay, siente otra cosa que no es, y es ahi, en ese punto donde todo puede pasar, donde las excepciones del tiempo reclaman su lugar en la realidad y la mente avanza dejando atrás cualquier sentido, cualquier certeza que pueda haber y se llama tormento, el juego de las posibilidades comienza y el tablero es inmensamente amplio. El sueño se ha ido
Tic, Tac.
Pero el tiempo, esa palabra. El tiempo es algo que nos pasa todo el tiempo. Tiempo perdido, mal tiempo, Sin tiempo, demasiado tiempo, tiempo muerto. Tratámos de entender el tiempo, ponerle nombres y cifras, atraparlo en instántes que resultan meras ilusiones, espejismos con pasaporte de realidad. "...pasado mañana es después de mañana, y mañana es mucho después de hoy. Y hoy mismo es bastante después de ahora...". El monstruo de la mascara que parece mostrará el rostro antes de desaparecer. El ahora eternamente fugáz con que vemos el mundo, el mañana que nunca llega y seguimos esperando porque ayer nos prometieron que vendría, esperamos con la seguridad de la amante que espera en vano en una terminal, en un muelle o un camino, pero en el fondo de nuestros días lo sabemos, siempre ha sido asi y nos negamos a mirar de frente la verdad. El tiempo no se acaba, simplemente deja de importar y cuanto menos importa más urgente es recuperarlo.
