9.8m/s²
Te lo dije, ahora solo queda esperar para saber quien de los dos tocará primero el suelo. Es inevitable y algo insoportable a decir verdad; y es que ¿a quien le gusta estar acompañado en plena y libre caida?
Los olvidados
Un día quedaron ahí, en medio de la azotea quien sabe por qué. Uno junto al otro pasaban los días preguntandose ¿cuando vendrán por nosotros?. Al menos se tenian el uno al otro y pasaban las noches hablando sobre tantos temas. Algunos días lluviosos no soportaban la idea de haber quedado ahí simplemente abandonados a su suerte (la cual por cierto era incierta). Pasaban las tardes soleadas secandose al sol esperando que las nubes no regresaran. Un día después de una fría noche de invierno despertó, no supo cómo ni cuando y mucho menos hacia donde, pero se había ido dejandolo solo en medio de la azotea, asi de pronto se encontró a sí mismo irremediablemente solo con su tremenda soledad. Y ahí, colgado en medio del lazo sigue aquel triste calcetín, añorando días mejores cuando había alguien con quien estar.
puzzle
Y tus palabras eran formas incomprensibles saltando desde tus labios hasta mis ojos. ¿Sería a caso la luz de aquella tarde? pero simplemente quedaban ahí, pequeños trozos de algo que debió ser muy grande, lastima que no llevara mis lentes para entender lo que decias. Trataba armar aquel rompecabezas de palabras que revolvias sin cesar una y otra vez. ¿A caso te divertía mi desconcierto?. Todo mi esfuerzo fue en vano cuando al final diste media vuelta y te marchaste dejandome en medio de la tarde tratando de entender por qué. Aun ahora, al mirar bajo la cama, al alzar una taza o mirar en algún sueño viejo encuentro piezas sueltas que no logro poner en su lugar.
Y de pronto no hay lugar a donde ir. Te miro aun sin saber si tu me miras también. Y todo es una caja llena de confusión y todo se vuelve absurdo y nada tiene color, no hay sonido ni aroma, no hay formas ni espacios. El mundo se reduce a la distancia entre tu mirada y mis ojos. Entonces sé que me miras.
Somos los restos de una promesa que se murió de nada.
