Nocturno de Día

lunes, febrero 21, 2005

Otro día otra moneda

La vida te da golpes que pocas veces estas dispuesto a soportar.

Pensaba en tener un buen día, ir a ver algo del ficco, pasear largamente por las calles del centro histórico, ir por un buen espresso y contemplar a toda esa gente que camina quien sabe a dónde y quien sabe a qué. Pero claro esa espectativa existía solo dentro de las realidades posibles de mi vida contemplativa. La película resultó ciertamente "gris", ya fuera de la sala del cinemex real crucé la alameda central, lo de costumbre por ahí; hombres esperando a otros hombres para alimentar sus soledades, personas que van y vienen, nadie más que ellos mismos saben a dónde y a qué; la confidencia del follaje confortándo a los mismos amantes de siempre bajo su verde habitual. Un mundo donde nadie sabe de nadie y que casualmente se nos presenta a los sentidos en ese exquísito juego de posibilidades a las que llamamos "realidad"; pensé en ese momento: "si todos muriéramos justo ahora; ya bien con un rayo fulminante caido del cielo, o simplemente sin alarma ni sorpresa, no sería una desgracia". Entonces ese mundo de la vida contemplativa dejó de ser el simple intinerario de actividades previamente amañado en mi mente, imaginé esa esposa hipotética en aquella casa hipotética donde los hipotéticos hijos verían el mundo cambiar ahora a su ritmo y no al mío. Sería el hipotético padre de una familia "cuasifelíz", pero la imaginación es ciertamente un cristal por donde "el mundo" aparece sin las complicaciones que día a día definen lo que somos y lo que nunca habremos de "ser". Imaginarme siendo el padre de un hijo fue tan improbable hasta este momento, cuando yo mismo soy el hijo de un padre cuya existencias me es completamente ajena e inimaginable. Recuerdo lo que alguna vez leí en Corazón tan blanco: "Conocemos a nuestros padres cuando cumplimos la edad que ellos tenían cuando nos conocieron" (no se si sea precisa la cita) y una vez más caigo en la cuenta de que mi realidad esta atenida a las cosas que conozco, mi padre es mi padre (sé que suena tonto) pero no es sino eso, la imagen de una persona que resulta un completo desconocido hasta hoy, no puedo reprocharle nada pues no hay nada que a lo largo de mi vida me haya faltado o sobrado, pero esa persona con la que he vivido tantos años no es sino mera utilería en las escenas de mi memoria. No conozco el pasado de este hombre que a fuerza de costumbre me empeño en llamar "papá", y sin embargo puedo decir que lo "quiero" como cualquier hijo quiere a un padre que ha estado siempre ahí, que jamás ha dejado a un lado las "responsabilidades" de serlo. No hay nada "real" y sin embargo todo lo es, desde donde yo miro al mundo se presenta de tantas formas que no puedo sino simplemente detenerme un poco a pensar en su magnitud, en sus posibilidades y rumbos, pero claro siempre termino con la sensación de haber sido ultrajado y sin recompensa satisfactoria...cual puta tirada a media calle y sin paga alguna(sin ofender a las de la profesión). Recuerdo de nuevo otra cosa que decía en el libro... Todos nacemos con el corazón blanco...mmm seria dificil explicar lo demás pues no lo recuerdo en verdad....miento. Ahora comprendo que este es mi primer paso hacia la muerte.

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