Nocturno de Día

lunes, febrero 14, 2005


Estaba yo explorando algunas cajas repletas de chucherías que guarda la abuela cuando de repenté creí haber hayado su escondite secreto para los billetes de 500, pero ni maíz que era uno de esos sexis billetes de no la más alta denominación gracias a la aparición de los billelles de a mil, sino que resultó ser uno de esos viejitos pero bonitos "un mil pesos" con el retrato de nuestra siempre querida Sor Juana. Arrugadito y con facha de haber pasado por no sé cuantas manos de comerciantes de productos básicos, tenderos de abarrotes, carniceros, tortilleras y por qué no una que otra prosti o malandrín roba bolsas y billeteras; simplemente pensar por cuantas cosas no habrá pasado este pequeño pedazo de papel moneda me hizo imaginar un sin número de historías y sucesos. El billetín era en sí un pedazo de historía y una parte de mi vida de la cual no me acordaba a ciencia cierta. Cuantas cosas podías comprar con uno de esos en la tiendita de la esquina??, cuantas sabritas?, cuantas cocas en bolsita? cuantos chicles motita o bubli??, cuantos gansitos o pitzerolas?, y era feliz el domingo cuando mi papá me daba cinco igualitos a ese que está en la pantalla, cuantos monines de plástico podía comprar en aquellos tiempos?, de esos de color azul marino o verde militar con rebabas en los bordes, eran tiempos felices donde todo lo que importaba era tener en el bolsillo cinco billetotes de "un mil pesos" cualquier domingo en el parque o en la heladería donde estaban esas maquinitas siempre tan divertidas donde más de una vez se fue todo el capital en video juegos que nunca terminabas de jugar porque siempre había un cafre hijo de la reconchinchina que te mataba nomás por verte poner carota de jitomate cocido. A mi me gustaba guardarlos para la nochesita, y le pedía a papá que me llevara al puesto de tacos de la colonia vecina donde sin temor a equivocarme preparaban los más deliciosos tacos al pastor del DF, porque claro a esa edad eran los únicos que había probado, había en las paredes afiches de toreros en color mate y un delicioso olor a carne asandose al fuefo del típico "trompo", que extasis aquel, que goze maravilloso el de aquella exquisita carne. Ahora ya no existen billetes cuya denominación contemporánea sería la de 1 peso nomás, las monedas parecen chistes o bromas que apenas te alcanzan pa comprarte un mísero chicle en la tienda de la esquina o un cigarro pirata en algun puesto de banqueta. ¿Con cuántos de estos se compra una máquina del tiempo??? Posted by Hello

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