Puerta.
Dentro las luces resguardan una sensación de noche atrapada, las filas de asientos color azul rompen el blanco que es el piso. Sentado ahí, de pronto advierto su presencia, ella entra en el consultorio frente a mi asiento y deja la puerta abiera. Me levanto esperando que mi vista no me juegue otra mala broma y la miro; ella me mira tambien y sonrie. Despues de tantos años parece que aún somos los mismos.
De pronto somos niños de nuevo, hablando de nosotros frente a nosotros.
posted by Daniel at
9:26 p.m.
2 comment(s):
Me pregunto pq cuando hablamos con aquellos viejos amigos de la niñez o compañeros del colegio seguimos sintiendonos tan niños como cuando compartiamos la infancia...Suele suceder, nunca veo a mis ex compañeros de colegio "adultos" es como si llevarán un disfraz de gente mayor...pero se sigue transparentando su niño interior..Un beso ^_^
By
Elisabeta, at
11:30 a.m.
ahh eso es maravilloso sobre todo cuando la otra persona no cambia su esencia
q bonito
By
Bellota, at
6:40 p.m.
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