Nocturno de Día

lunes, junio 13, 2005

Inmediatamente pasó del primer al segundo movimiento de manos. Sin advertirlo; como de costumbre, permaneció inmóvil y en silencio durante un instante antes de comenzar de nuevo. Observó el pedazo de metal brillante que se asomaba por debajo de la plancha igualmente metálica, más no brillante y preparó el primer movimiento de manos para pasar enseguida al segundo. Ad infinitum.

0 comment(s):

Post a comment

<< Home