Inmediatamente pasó del primer al segundo movimiento de manos. Sin advertirlo; como de costumbre, permaneció inmóvil y en silencio durante un instante antes de comenzar de nuevo. Observó el pedazo de metal brillante que se asomaba por debajo de la plancha igualmente metálica, más no brillante y preparó el primer movimiento de manos para pasar enseguida al segundo. Ad infinitum.
0 comment(s):
Post a comment
<< Home