Nocturno de Día

martes, junio 07, 2005

Desaparecer

Corrió tres pasos para tomar impulso, se elevó unos cuantos centímetros antes de caer, miró hacia el cielo y volvió a intentarlo. Nosotros lo mirábamos repetir la acción incontables veces, con nuestras mezquinas miradas de medio día y sombra. Llenos de algo que no podíamos explicar esperábamos casi ceremonialmente el instante donde una vez más se elevaba para caer. Desde el fondo, observándolo bajo la sombra del árbol el tiempo se confundía cada vez, como si de pronto la imagen vista fuera una imagen repetida, ya una o millones de veces, y regresara en un complejo dejá vou donde cada cosa alrededor cambiaba, una absurda imitación de sí mismo que se nos presentaba como nueva en cada posible ocasión.

Nos miramos sabiendo que en el fondo habíamos llegado a la misma conclusión posible, estaba loco. Su divertida excentricidad infantil que tanto nos entretuvo, había terminado por llevarlo hasta el filo de la razón haciéndolo caer irremediablemente en un lugar donde nosotros no podíamos comprenderlo. Alejado inimaginablemente y tan cerca que creerlo a caso resultaba risible y ciertamente absurdo, al menos para nosotros que lo mirábamos desde la sombra del árbol.

Era una sensación casi irreal, la de una pierna que duele o una gripe inminente. Como si en todos esos años la individualidad de cada uno hubiese sido sustituida lentamente por un estado de unidad dividida, donde cada parte esta separada de la otra y unida a la vez. Y era esa certeza la que nos preocupaba, la certeza de que el cuerpo formado estaba enfermo y el mal se esparcía lenta y cruelmente por todas partes.

¿Que pensaría en esos primeros años? Donde todo parecía un juego, donde cada paso planteaba la posibilidad de abandonar tierra firme y despegar, convirtiendo el suelo en un horizonte más bajo la mirada. Era casi irremediable pensar que alguna vez compartimos esa misma fe, esa misma certeza de que el siguiente intento sería el que definitivamente nos elevaría hasta donde solo nosotros quisiéramos parar. De pronto lo entendí.

Por entre las sombras la luz se proyectó distinta, solo un instante bastó para que no solo yo lo supiera. Lo busqué justo donde lo había encontrado la ultima vez, a mi lado bajo la sombra del árbol desde donde observaba y en su mirada estaba la respuesta que solo un instante antes había aparecido frente a nosotros en un destello sublime. Se levantó sin mirarme, sin mirarlo. Me levanté sin mirarlos y comencé a salir de entre la sombra del árbol. Cuando estuvo bajo la luz del medio día se detuvo un instante. Cerró los ojos antes de comenzar de nuevo, retrocedió los ya incontables tres pasos. Bajo la nueva luz sintió en peso de su cuerpo contra el pavimento. La luz penetraba en destellos naranjas bajo mis párpados mientras alcé lentamente el pie. Lo sintió avanzar nuevamente hasta encontrar el límite donde todo quedaba quieto por un instante, incalculablemente eterno para él. Sintió alzarse el otro pié, rebasar el limite donde había quedado el anterior y la luz del sol era casi de un rojo total, diferente a la que conocía tan bien bajo la sombra del árbol. Cuando sentí el pavimento de nuevo una gran fuerza invadió el cuerpo que formábamos nuevamente después de tanto tiempo y el impulso instantáneo que produjo sobre el pie que había quedado atrás fue incalculablemente veloz. Apoyado una vez más sobre la superficie sintió el calor del medio día estrellarse sobre su rostro. Sus brazos caían como un par de cordones a los lados del cuerpo de los tres y aun tocaba su pie el último tramo de suelo cuando se elevó. Ahora no quedaba nada y el instante se alargó más de lo que nunca habíamos creído que fuera posible mirándolo incontables ocasiones desde la sombra del árbol, el calor aun golpeaba mi rostro cuando entonces…

2 comment(s):

Todo cambia...y a veces esos cambios nos alejan de personas que un día sentimos tan afines.Otras veces un simple paso nos puede volver a acercar a ellos.
Tú no desaparezcas,besotes.

By Blogger Elisabeta, at 1:56 p.m.  

bonito escrito y q bueno q ya reapareciste
saludos!

By Blogger Bellota, at 5:43 p.m.  

Post a comment

<< Home