Nocturno de Día

sábado, abril 01, 2006

Una vida sin endulcorantes

Y es que ya no es lo mismo, porque los días se vuelven rompecabezas de dos piezas que son muy dificiles de armar. Voy buscando alegrías como quien busca billetes de dosmil (que los de mil ya existen) tirados en la banqueta. Todo es gris ultimamente ¿o será que las nubes se roban los colores de esta ya firmada primavera? o ¿a caso es que mis ojos de tanto dar contra el suelo se han quedado calmadamente en aquella frecuencia del gris asfáltico?. Ya no distingo entre palomas y zopilotes, entre higos o piedras. Y a pesar de todo salgo a buscarte todos los días, como a un tesoro y sin mapa, a tí que no sé quien eres ni como has de llamarte; a tí que no sé si existes o solo me ha dado por inventarte. Tengo boletos para esta función, el problema es que ya han sido usados o ¿será?...¿qué despues de tanto?...¿después de todo?, pero son dos y yo he salido solo ¿alguien quiere acompañarme?.

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